
En el vasto universo de las salsas y condimentos, la mayonesa ocupa un lugar especial en los corazones y paladares de muchas personas alrededor del mundo. Su textura suave y cremosa, combinada con un sabor delicadamente balanceado, la convierten en la compañera perfecta para una amplia variedad de platillos. Aunque es fácilmente accesible en cualquier supermercado, la versión casera de la mayonesa tiene un encanto único, ofreciendo una experiencia de sabor incomparable y la satisfacción de haber creado algo delicioso con tus propias manos.
En este artículo, te guiaremos a través de los pasos para preparar tu propia mayonesa casera, utilizando ingredientes simples y técnicas accesibles. Descubrirás que, con un poco de paciencia y precisión, puedes transformar huevos, aceite y un toque de condimentos en una salsa exquisita que elevará tus platillos a un nuevo nivel de delicia. Prepárate para sumergirte en el mundo de la mayonesa casera y aprender los secretos para dominar esta deliciosa preparación. ¡Vamos allá!
Ingredientes:
- 1 huevo a temperatura ambiente
- 1 cucharada de mostaza (opcional)
- 1 cucharada de vinagre de vino blanco o jugo de limón
- 1/4 de cucharadita de sal, o al gusto
- 1 taza (240 ml) de aceite vegetal o de girasol
Instrucciones:
- En el vaso de la licuadora, coloca el huevo, la mostaza (si la estás utilizando), el vinagre o jugo de limón y la sal.
- Tapa la licuadora y procesa a velocidad baja durante unos 20 segundos, hasta que los ingredientes estén bien mezclados.
- Con la licuadora aún en marcha, comienza a añadir el aceite en un hilo fino y constante. Es importante añadir el aceite lentamente al principio para emulsionar la mezcla.
- A medida que la mezcla comienza a espesar, puedes aumentar la velocidad de la licuadora y añadir el aceite más rápidamente.
- Continúa procesando hasta que toda el aceite se haya incorporado y la mezcla esté espesa y cremosa.
- Prueba la mayonesa y ajusta la sazón con más sal o vinagre/jugo de limón si es necesario.
- Guarda la mayonesa en un frasco hermético en el refrigerador. Debería durar hasta una semana.
¡Y eso es todo! Ahora tienes una deliciosa mayonesa casera que puedes usar en sandwiches, ensaladas y muchos otros platillos. ¡Disfruta!